Día 5. Cumpleaños, prisas y el 'sustito'

Hola!!!

Vengo de meterme en el cuerpo el "pedazo" viaje de Abla - Guadix - Alcudia - Abla (82,4 Km) para hacer la compra y traer unos cuantos pasteles, y vengo reventado. ¡Madre mía, qué calor más angustioso! x_x'

Aunque por el camino uno piensa en el repaso que le dio anoche el Madrid al Tottenham (4-0) y se tranquiliza un poco, juasjuasjuas. =P

En fin, sigo con las entradas atrasadas. Esta vez, la de el pasado lunes 4 (antes de ayer).

El día comenzó con la asignatura de lengua, casi como siempre: libro de lectura y resúmenes primero; libro de la asignatura y actividades después. Esta vez, tocó ver los artículos. Veremos si les resulta igual de asimilables que los sustantivos y los adjetivos...

Después los chavales tuvieron religión, la cual yo pensaba que ya no se daba o era opcional, pero se ve que no. El caso es que siempre que tienen esta asignatura, coincide con que Mari va a 1º a dar cono, así que siempre me voy con ella que me lo paso mejor con los peques. ^^

Aunque algún día me quedaré arriba, ya que a principio de prácticas me propuse estar por lo menos una vez en todas las asignaturas (sea con el maestro que sea). Ya lo haré la próxima semana, a ver que se cuece por esos lares...

Bueno, en 1º la cosa estuvo bien. Después de ver unas cuantas cositas de naturaleza, apareció la madre de una jovencita. ¡Era su cumpleaños! Y traía gusanitos, zumos y un enorme bizcocho -delicioso por cierto- que se repartieron justo antes de salir al recreo. Me recordó bastante a cuando yo estaba en el colegio y era el cumpleaños de alguien. Excepto el bizcocho, lo demás idéntico. =)

Luego en el recreo, aproveché para subir a secretaría y preguntar al director y al jefe de estudios por los documentos y datos que me hacían falta consultar para elaborar mi memoria. Allí me tiré casi la media hora entera, y yo estaba muerto de hambre... No me quedó otra que subir corriendo al bar y pedirle a mi madre las tostadas a velocidad supersónica.

Mientras el pan estaba tostándose, sonaban las 12 estresantes campanadas de la iglesia. Es por eso que me aceleré el doble y casi me atraganto y me abraso con la leche hirviendo... Para colmo, salí corriendo cuestas abajo hacia el colegio para no llegar muy tarde, y cuando llego, ¿qué me encuentro? Que no había llegado ni Dios... Casi me da un corte de digestión para ser el primero en ver la clase vacía... ><'

Todavía con el sabor de la mantequilla en la boca -por cierto, buenísima XD- empezamos a dar matemáticas. Había un examen de divisiones que, definitivamente, se le resisten a los chavales. Porque una y otra y otra y otra vez con lo mismo, y siguen teniendo problemillas. El resto de la clase fue para hacer más ejercicios.

Pero lo que más llamó la atención fue una anécdota que pasó: yo estaba sentado al lado de Mari, escribiendo mis notas. De repente, ella vio algo que no le hizo mucha gracia y dio un palmetazo tremendo en la mesa para poner orden pero... ¡fui yo el que se acojonó! Di un mini bote, un repullo descarado. Me puse colorado mientras todas las personas de clase (incluido yo) nos reíamos por mi estrambótica reacción. Si es que tengo que estar alerta siempre... XD

Luego claro, nos pusimos un poco a hablar sobre el miedo y los niños decían que no les asustaba un palmetazo. Mari volvería a hacer una prueba después de un tiempo para demostrarles que también se asustarían con un palmetazo. Me avisó de que iba a darlo, pero con demasiado tiempo; yo me volví a relajar y... la historia se repitió! =$

Para terminar el día, en artística, Mari les enseñó un mural con distintas profesiones que podían hacer las mujeres (las mismas que los hombres, claro) y cada alumno coloreó una de las tantas que había dibujadas. Sin duda, una buena manera de terminar el día; relajadito y sin presión, pintando libremente.

Y nada, como cada día, ¡a papear! =D

=) ¡¡¡ Nos vemos, y sed felices !!! (=

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